San Valentín (el día después)

Tenía planeado hacer un post sobre el tema el mismo día de San Valentín, pero la afluencia masiva de comments en los posts anteriores y sus respectivas contestaciones me han mantenido ocupada.

Así que aquí va. EL POST.

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Una se pasea tan tranquila por la calle un día cualquiera y de repente, al pasar junto a un escaparate, ve por el rabillo del ojo sus más profundos temores hechos realidad: guirnaldas de corazones, flores por todas partes, ositos agarrados a órganos vitales como si se los fueran a implantar... ha llegado San Valentín. MIERDA.

Hay dos maneras de vivir la experiencia del día de los enamorados, y ninguna es buena.
Os pondré dos ejemplos.

En el primer ejemplo tenemos a Ángela.
Ángela es soltera porque no le gusta nada que le quiten la manta por las noches, ni que dejen la tapa del inodoro abierta y principalmente porque de pequña le contaban cuentos de príncipes y de princesas y todavía espera al suyo. Pero no tiene prisa, cuando se decida a aparecer que le mande un e-mail y ya concertarán una cita.
Ángela disfruta su soltería junto a sus amigas, pero maldice el 14 de Febrero porque le hace desear estar con alguien que le regale una de esas cajas de bombones con forma de corazón que ha visto en el super.
-Esos malditos chocolateros y sus complots!!!-se lamenta Ángela, y comienza a planear la caida del poder del gremio de los dulces.

En el segundo ejemplo tenemos a Carla.
Carla esta saliendo con Jorge y esta muy ilusionada, a la vez que un poquito preocupada, por la llegada de esta fecha, porque ¿que Mierd** se le regala a un chico? ¿bombones?¿peluches?¿calzoncillos de corazones? aagh, no! Así que pasa un par de semanas buscando el regalo perfecto: algo que se ajuste a su bolsillo pero que no sea demasiado barato, algo original pero que le guste, algo que no sea demasiado rosa... una ardua tarea, pero al final lo encuentra: el regalo perfecto. Ella a cambio recibe uno de esos peluches que llevan atados a las manos un corazón...Dios, como odia esos peluches...

Luego también esta la tercera categoría donde entra la gente que disfruta muchísimo del día de los enamorados, pero de estos hablaremos en un futuro post sobre leyendas urbanas.

PD: Yo no me puedo quejar, este año mi regalo ha sido no solo original, sino útil (hasta cierto punto, lo ideal sería que me hiciera la comida y bajara al perro, pero todavía no se ha inventado un regalo así) además de muy romántico, y podeis verlo AQUÍ.